El Puerto de Santa María 7 y 8 -5-66
7 de mayo de 1966 6 toros de Hºs Carlos Núñez
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8 de mayo de 1966 6 novillos de Román Sorando
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REENCUENTRO CON EL IDOLO. CUATRO OREJAS Y DOS RABOS PARA EL CORDOBES QUE SALE EN HOMBROS. DOS Y RABO PARA CAMINO. EL VITI PENCÓ CON EL PEOR LOTE.
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en el Puerto de Santa María según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 7-5-66
Es bonito ver una plaza llena hasta la bandera. Y si la plaza es la del Puerto de Santa María, además de bonito, la cosa resulta desusada, porque en esta plaza de la que dijo Joselito aquello que el que no había visto torear en el Puerto no sabe lo que es ver toros, pocas veces logra poner el cartel de no hay billetes. Pues esta tarde se ha puesto al conjuro de los nombres toreros de Paco Camino, Santiago Martín El Viti y Manuel Benítez El Cordobés, los cuales se las han entendido con una corrida de los herederos de don Carlos Núñez. Marco pues de categoría para un cartel de lujo.
Los herederos de don Carlos Núñez han enviado una corrida muy bonita de presentación, con cuajo y presencia y que han peleado con los caballos, algunos han derribado, aceptablemente, dando con los espadas alternantes el juego que quedará reflejado en el comentario que sigue.
Paco Camino, triunfador de la pasada feria sevillana, está en uno de sus mejores momentos artísticos, con afán de triunfo y ganas. Y cuando Paco tiene ganas, el éxito se da naturalmente. Al que abrió plaza lo ha toreado con el capote con tal empaque y gracia que sus verónicas se han visto premiadas con atronadoras ovaciones, al igual que un precioso quite por chicuelinas de las suyas, en las que el torero, con apreturas y garbo insuperable, ha girado lenta y armoniosamente. El toro recibió un puyazo de menos y llegó a la muleta acusando cierto genio y quedándose un tanto debajo de ella. El camero le expuso sobre ambas manos en una faena entonada y torera que refrendó con pinchazo y estocada un tanto desprendida, lo que en conjunto no gustó. Pero quedaba a Paco un toro, el cuarto y con él formó una escandalera de aúpa al torear como sólo él sabe hacerlo con capote y muleta. Con el público entregado a su arte único, compuso Camino una extraordinaria labor muletera compuesta de pases de gran calidad, muletazos largos y mandones en los que corrió la mano superiormente y en los que dejó la impronta de su estilo y su clase. La mano izquierda bordó el toreo y sus naturales de tersura y lentitud de ensueño, tuvieron ese toque de inspiración que solo artistas como él saben imprimir a la suerte fundamental del toreo. Entregándose, mató de una gran estocada y aquello fue indescriptible. Dos orejas, rabo, triunfal paseo a la redonda y al final de ella invitó a saludar a sus compañeros de terna.
No es un tópico el decir que Santiago Martín El Viti ha bailado con la más fea. Es cierto. Para el salmantino fueron los dos toros más desagradables del encierro, pero como el espada charro es un torero de cuerpo entero, supo llevarles el paso y marcarles el compás a sus dos enemigos, pese a que ninguno de ellos se prestaba al lucimiento. Su primero, que fue sosote y se quedaba corto y distraído, fue saludado por El Viti con unas verónicas que levantaron clamor y su labor muletera, a fuerza de exponer, de cruzarse, fue amenizada por la música y los oles del respetable que admiraba como el diestro embarcaba una y otra vez a su deslucido enemigo en la suave nave de su natural sin trampa. Mató de estocada a un tiempo y certero descabello y se le pidió con fuerza la oreja. Santiago, modestamente se refugió entre barreras, pero de ahí lo sacó una fervorosa ovación del público que le obligaba a dar triunfal vuelta a la redonda. Tornaron a ovacionarle en el quinto al torear a la verónica. El toro llegó a la muleta tardo y con sentido cuando se arrancaba, lo que hacía muy descompuestamente. Pero Santiago es un torero todo pundonor y toda su labor fue en canto a la entrega y responsabilidad de un torero que se siente figura. La música acompañó su trasteo salmantino y nuevamente el salmantino expuso sobre ambas manos llevado por su deseo de triunfo. Mató de estocada casi entera, pinchazo y estocada entera y se le premió con una gran ovación con saludos. No había mimbres, pero El Viti hizo sus cestos…
Y de nuevo El Cordobés que se encuentra a sí mismo, que entusiasma, que enloquece, que vuelve a encontrarse con el público y el público que vuelve a encontrar a su ídolo. Fortalecido en su ánimo y en sus facultades físicas esta tarde Manuel Benítez ha vuelto a ser El Cordobés. Ese torero temperamental, arrollador, único. Esta tarde asombra con su torear a la verónica, con sus apretados quites por chicuelinas y con dos faenas tremendas de fuerza emocional, de impacto en el público, pero también llenas de clásicos acentos, de agudos toques de bordón. Han sido dos faenas en la que la emoción no ha dado reposo a los angustiados espectadores que le aclamaban. Dos faenas en las que El Cordobés ha puesto su sello, su arte personalísimo, que hablan por sí solas más que nunca de su verdad. Dos faenas rematadas a estocada por toro, con gran estilo de estoqueador que pusieron en sus manos de moderno ídolo las cuatro orejas y los dos rabos de sus enemigos. Y al final, la multitud que desborda y le alza en hombros dando de esta guisa varias vueltas a la plaza, sin que ni un solo espectador abandone su localidad.
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora desde El Puerto, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.-
EL PRINCIPE TORERO. CLAMOROSO TRIUNFO DE PALOMO LINARES QUE CORTA CUATRO OREJAS Y SALE EN HOMBROS.
Comentario a la novillada de feria el Puerto de Santa María, celebrada esta tarde, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 8-5-66
Nuevamente en El Puerto se ha dado el desusado espectáculo de ver la plaza llena. El cartel era interesantísimo no en balde en él figuraban los nombres de Pedrín Benjumea y Palomo Linares, que esta tarde con novillos de Román Sorando alternaban con el novillero cordobés Rafael Poyato.
Y la expectación del público no se ha visto defraudada en ningún momento, pues Pedrín Benjumea ha estado colosal durante toda la lidia de sus dos novillos. Tiene un sitio extraordinario ante los toros. Su capote es clásico, señorial y magnífico y sus verónicas de abierto compás, cargazón de suerte y ganando terreno en cada una de ellas, ha provocado los mayores entusiasmos. Ha gustado las mieles del aplauso al llevar por delante a su enemigo, dejándolo con unos suaves capotazos en suerte para ser picado. Con la franela, en su primero ha llevado a cabo una excelente labor compuesta por pases fundamentales, derechazos, naturales y de pecho en los que ha toreado con recreo y buen gusto en terrenos de gran compromiso. Es Benjumea un torero de corte clásico que pisa el terreno de los revolucionarios con gran soltura. La espada resultó atravesada en el primer envite por arrancársele el toro, pero cuando logró después una gran estocada, hubo petición de oreja que no se otorgó, por lo que el torero no quiso dar la vuelta al ruedo, limitándose a saludar desde el tercio. El cuarto fue el novillo de peor condición del encierro. No quería saber nada del caballo ni de los diestros de a pie, solo pensaba en huir, en refugiar su cobarde condición en una pelea en tablas en cuyo terreno Pedrín puso acentos dramáticos con una faena emotiva y torerísima que le valió escuchar grandes ovaciones. Faena de entrega total en la que el torero se jugó la cornada en cada muletazo. Mató de una gran estocada con refrendo de tres golpes de cruceta y hubo nuevamente petición de oreja y esta vez sí, Pedrín Benjumea dio triunfal vuelta al ruedo.
Palomo Linares es una pura filigrana, un cromo de torero, una figura que a dos pasos de la alternativa ha triunfado de forma ruidosa. Torea con garbo, con gracia y con sentido torero. Es un niño prodigio del que podemos decir sin temor a equivocarnos que es el príncipe heredero que muy pronto será coronado. El temple admirable que imprime a sus lances y muletazos, la perfecta armonía que compone entre el toro y él mismo es cosa de ensueño. Cabeza y corazón, maestría increíble de este chiquillo que está llamado a ser figura grande de la fiesta y por muchos años. Su capote se mueve como ingrávido y de la pureza y perfección de su pase natural, del temple asombroso de sus muletazos todos, para qué contarles. Es un prodigio de torero y un torero prodigioso. Pocas veces hemos visto torear con muletazos más largos, más templados y más sentidos. Ritmo en todo cuanto lleva a cabo y hondura maravillosa del mejor toreo. Mató a sus dos enemigos de otras tantas estocadas y el entusiasmo se vio reflejado en el jubiloso aletear de pañuelos en demanda de los máximos trofeos. En resumen, dos orejas con petición de rabo en su primero y las dos orejas y el rabo y otros tantos paseos por el albero en el quinto de la tarde y al final de todo, la triunfal salida en hombros de una multitud entregada a este crío que está que viene “con la goma de borrar…”
Rafael Poyato ha tenido en contra el peor lote del encierro. Un primer novillo falto de fuerza que tenía media arrancada y se defendía y otro, el sexto, condenado a banderillas negras, áspero y bronco en sus acometidas. Con ambos ha estado el muchacho de Córdoba valiente y con deseos, por lo que la música y las ovaciones han premiado su labor. Mató a su primero de pinchazo y estocada y dio la vuelta con petición. Al que cerró plaza lo mató de varias entradas y cuando cayó el manso se le premió con una gran ovación.
Los novillos de Sorando, bien presentados, dieron el juego que queda reflejado en el presente comentario. Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.