JOSÉ MARÍA MONTILLA

PRESENTACIÓN DEL NOVILLERO CORDOBÉS JOSE MARIA MONTILLA
 
Barcelona, jueves 9 de julio de 1959
 
EL anuncio hecho por la empresa sobre el novillero José María Montilla con la frase: “Barcelona lanza a una nueva figura taurina”, hizo que la Monumental registrase una gran entrada. Compañeros en el cartel fueron Antonio Vera y Andrés Hernando con los cuales pasaportó el debutante un encierro grande y con edad de don Baltasar Ibán Valdés que dio, en términos generales, buen juego. 
 
El cordobés Montilla tiene planta de torero y el público estuvo pendiente de él a lo largo de la novillada. Tiene gancho y personalidad propia. Personalidad cordobesa de la buena. El muchacho lógicamente está verde, pero le vimos con arte y con empaque. Esos lances a la verónica a su primero, tan desmayados y tan asombrosamente perfectos y un quite por gaoneras por el que Montilla tuvo que saludar montera en mano por dos veces para corresponder a la gran ovación. El toro, insuficientemente picado, tiene mucha fuerza. Brindis al público y vuelve el recuerdo en cinco ayudados por alto de cartel de feria. Unos naturales de ajuste y temple. El toro le coge de mala manera pero sigue como si la cosa no fuera con él. Nuevo toreo al natural y nueva voltereta de la que el torero sale sin mirarse. Cobra una estocada delantera y hay petición de oreja y vuelta al ruedo. 
 
El sexto llega muy aplanado a la muleta. Montilla le saca partido logrando pases de gran factura pese a estar poco placeado. El público que ha visto en el muchacho gran clase, no abandona la plaza. Pincha en una ocasión y logra una entera. Gran ovación y vuelta al ruedo. Y a esperarle una próxima actuación.
 
2.- jueves 16 de julio.
 
Con una gran entrada se celebró en la Monumental una novillada en la que tomaron parte Antonio Vera, Paco Camino y José María Montilla, los cuales  pasaportaron dos novillos de los Herederos dé don Alicio Tabernero, de Villanueva del Cañedo, lidiados en primero y tercer lugar, y cuatro de don José Matías Bernardos. Todos estuvieron bien presentados, con buenas defensas, pero pecaron de mansos.
 
El cordobés Montilla ha vuelto a hacer el paseíllo en medio de un clima de gran interés en torno a su persona, y en verdad que el muchacho no ha defraudado. A su primero lo lanceó a la verónica con gran empaque y le realizó una gran faena de muleta. Treinta naturales que fueron otros tantos carteles de toros. Por pinchar en una ocasión y cobrar una con salida indiscreta, con descabello final a la segunda, todo quedó en vuelta al ruedo. El que cerró plaza era un toro muy molesto. El cordobés se dobló  muy bien con él y le realizó una faena muy rabiosa y torera que fue premiada, tras pasaportarlo de media de efectos inmediatos, con nuevo paseo circular, que unido a la anterior vuelta al ruedo y fuerte petición de oreja en su primero, arroja un buen balance para el novillero.
 
Un torero de Córdoba con defectos de novel y detalles de figura. 
 
G. DE CÓRDOBA