Pamplona: Feria de San Fermín 7 a 14 -7-65
"El toro, pero menos, en la llamada feria del toro."
Día 7 de Julio de 1965
6 Toros de Juan Pedro Domecq
Jaime Ostos
Curro Romero
Manuel Cano “El Pireo”
CUATRO OREJAS Y RABO PARA EL PIREO QUE SALE TRIUNFALMENTE A HOMBROS.-
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, primera de los San Fermines, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.
De nuevo estamos en estos sanfermines en los que la alegría y el buen humor campan por doquier. Esta mañana el encierro ha resultado emocionante. Miles de mozos han corrido calle Estafeta arriba, hasta entrar con los toros pegados a los talones en la plaza. Es impresionante el valor de estos mozos, que sin darle importancia a la cosa, se juegan la vida al grito de ¡Viva San Fermín!
Y esta tarde en la primera de la llamada Feria del Toro, se han lidiado seis ejemplares de Juan Pedro Domecq, que han dado en conjunto desigual juego, acusando blandura y deslucido estilo, por lo que han sido pitados.
Jaime Ostos con el capote se ha hecho ovacionar en sus dos enemigos, al torear por verónicas de apreturas y cargazón. Su primero, que de salida intentó saltar al callejón, llegó al trance final doblando las manos y sin codicia, acometiendo a la muleta del de Écija gazapón y sin emplearse. Jaime estuvo con él valiente y con deseos, pasándoselo por ambas manos a fuerza de aguantar y esperarle mucho. Mató de tres pinchazos, estocada y descabello y se le aplaudió, en tanto se pitaba a su enemigo en el arrastre. El cuarto llega a la muleta con evidente bronquedad, cortando por ambos pitones y colándose. Jaime le realizó una emocionante labor en la que ambas manos se emplearon de firme en derechazos, naturales y de pecho, en los que evidenció una vez más su casta y su valor indomable. Una gran estocada puso acto final a su valerosa actuación y se le premió con una gran ovación que recogió desde el tercio. No habían visto las alborotadoras peñas la entrega total del torero.
Curro Romero no ha redondeado una actuación feliz. Sólo con el capote se ha hecho ovacionar con fuerza, en las verónicas de saludo. Con la franela ha realizado dos trasteos insulsos y sin reposo en los que ha dejado patente su condición de torero sin continuidad y medroso. Mató a su primero de un sartenazo y al quinto de un bajonazo alevoso y ya se pueden figurar lo que ocurrió.
El triunfador rotundo de la tarde ha sido el cordobés Manuel Cano “El Pireo”. El joven matador de toros de la tierra de los califas ha cuajado una meritoria actuación con capa y muleta. Muy bien ha toreado con el capote a su primero, siendo la media de remate un primor de ejecución. Con la muleta, a fuerza de aguantar, de exponer, le ha realizado una musicada y aclamada labor en la que ha destacado un toreo sobre la mano diestra muy sentido y hondo y unos naturales excelentes. Con la plaza en pié de ovaciones delirantes, siguió toreando valiente y artista por alto y otros pases de adorno y cuando pasaportó a su enemigo de una gran estocada, recorrió por dos veces el ruedo en triunfo, siendo portador de las dos orejas y el rabo de su enemigo. Pero no se conformó el mocito de Córdoba con este triunfo y no bien hubo saltado a la arena el último de la tarde, se estiró con unas verónicas de muy buena ejecución que fueron jaleadas. Con la muleta estuvo nuevamente enorme, pues toreó con arte y valor insuperable cuanto le vino en gana, lo mismo sobre la diestra que al natural, cincelando con la zurda, tres muletazos de antología. Otra gran estocada entregándose y de la que salió rebotado, le valieron las dos orejas con fuerte petición de rabo y triunfal salida en hombros. El arte juvenil y pundonor de El Pireo, había dado una lección de hombría y torería en la primera de estos Sanfermines.
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.
D 8 de Julio de 1965
5 Toros del Conde de la Corte
1 Toro de Carlos Sánchez Rico
Diego Puerta
Paco Camino
“El Viti”
OREJAS PARA DIEGO PUERTA Y EL VITI
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, segunda de los Sanfermines, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.
Sigue sin decaer la animación en estos Sanfermines. Es admirable el aguante de los mozos pamplonicas. Día y noche incansables en el beber y el bailar. La corrida de esta tarde ha sido la del Conde de la Corte, si bien por haberse matado un toro de la prestigiosa divisa, ha salido en quinto lugar uno de Carlos Sánchez Rico, mansón y deslucido. Los del Señor Conde han peleado en conjunto bien con los montados y para los de a pié no han tenido otras dificultades del continuo gazapear del segundo y la bronca aspereza del primero. El cuarto, también asperillo y yendo al bulto por el pitón derecho.
Diego Puerta, en línea de triunfo arrollador, ha venido a tierra de valientes a dejar constancia de su casta y valor indomable. No existen toros malos para Diego. Su casta, su temperamento y fe en el triunfo es tal, que hace que los toros parezcan mejores de lo que en realidad son. Esta tarde ha toreado muy bien con el capote en lances a la verónica, que han sido acogidos con grandes muestras de complacencia y en quites ha realizado uno de auténtico primor en chicuelinas. Las chicuelinas de Diego Puerta son únicas. Son la justa y sapiente conjunción del valor con el estilo y la gracia mas alada. Mucho calamocheaba su primero, pero Diego tiene un corazón que no le cabe en el pecho y se entregó en una faena pletórica de majeza, de gallardía y de sevillanísimo arte. Poco importaba el cabecear contínuo de la res, allí había un torero que se la estaba jugando, que aguantaba tarascadas y que además toreaba sobre ambas manos de forma imponente. Mató de una gran estocada y se le otorgó con todo el merecimiento la oreja, dando triunfal paseo. Tenía mucho peligro el cuarto de la jornada en su buscar con intenciones poco tranquilizadoras por el pitón derecho. El de San Bernardo le toreó superiormente al natural y para dejar constancia que su valor es el mismo que en sus años primeros, se complació en un toreo en redondo emocionantísimo. La faena tuvo el remate de dos pinchazos y media estocada y el premio, esta vez volvieron a estar injustas las bulliciosas peñas, fue el de una gran ovación con salida al tercio.
Paco Camino se hizo jalear con el capote en las verónicas de saludo, como asimismo, al quitar por iguales lances. El toro llegó andarín a la muleta, gazapón. Pero Camino a fuerza de esperarle, de aguantarle y de llevarle toreadísimo, le realizó una espléndida labor muletera en la que su maestría quedó plenamente reflejada al torear de forma imponente por derechazos, naturales y de pecho. Después el toro dio en quedarse y defenderse y tuvo que tirar a cortar el trasteo, lo cual no agradó a los de la solana. Una estocada puso fin a su primero y a esperar mejor ocasión. Pero ésta no llegó con el manso de Sánchez Rico, que tras intentar en tres ocasiones el callejón, llegó al trance final sin encelarse en la muleta del camero y acusando falta de fuerza. Pero Paco le toreó sobre ambas manos, haciendo que el deslucido animal le tomase una veintena de muletazos. Mató de estocada desprendida y certero descabello.
El Viti, que había presentado sus credenciales en dos verónicas y media de remate al segundo de la tarde, toreó por iguales lances al primero de su lote, ganándose por ello una clamorosa ovación. La faena fue de las clásicas del salmantino; espléndida de fondo y forma. Medida, precisa y magnífica, con un torear en redondo que cautivó a todos. Mató de pinchazo y estocada a toro arrancado y se le otorgó la oreja de su enemigo con triunfal paseo a la redonda. Pero donde El Viti rayó a gran altura, donde dejó su nombre en las más altas cimas del éxito fue en el toro que cerró plaza. Volvió otra vez a torear de forma magistral, insuperable, haciendo que la plaza entera fuera un clamor de olés y ovaciones delirantes. Adelantando el engaño, prendiendo de él a su enemigo, bordó el toreo al natural, dando a la suerte una hondura y una largura admirable. La faena, ligadísima, tuvo el sabor a cosa plenamente lograda. Pero la espada, en tres pinchazos, estocada y descabello, le privó de máximos trofeos. Una verdadera pena. Perola labor muletera del de Vitigudino había calado tan hondo, que le obligaron a dar triunfal vuelta, recogiendo una lluvia de prendas de vestir.
Y por hoy nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.
Día 9 de Julio de 1965
6 Toros D. Fermín Bohórquez
Jaime Ostos
Diego Puerta
Paco Camino
MUY GRAVE COGIDA DEL EMPLEADO DEL CALLEJON TOMAS ZARALEGUI.- DOS OREJAS PARA PACO CAMINO Y UNA PARA DIEGO PUERTA
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, tercera de los Sanfermines, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.
Impresionante ha sido la cogida sufrida durante la lidia del segundo toro del empleado del callejón. D. Tomás Zaralegui. El toro, mansote, intentó en dos ocasiones saltar las tablas y por fin se salió con la suya. Dentro del callejón cogió de forma aparatosa a dicho empleado y le propinó en breves momentos cuatro cornadas en el pecho, piernas y axilas, salvándose de una muerte cierta por el rasgo de valor de Jaime Ostos que saltó al callejón y con su capote quitó al toro que estaba encelado con el infortunado Tomás. Don Antonio Martínez Elizondo también intervino acertadamente e hizo lo imposible por evitar una tragedia. En la enfermería de la plaza se calificaron las heridas del empleado navarro como muy graves. Un lance infortunado. San Fermín, sin duda alguna, echó un capote providencial y evitó que se consumara la tragedia.
Nuevamente la plaza se ha visto llena a reventar. En el cartel, Jaime Ostos, Diego Puerta y Paco Camino con un encierro de D. Fermín Bohórquez, que ha cumplido en general con los montados, aunque algunos toros saliesen sueltos. Los astados jerezanos han pecado de mansedumbre áspera y han apretado lo suyo para los adentros y no podemos decir que hayan dado muchas facilidades a sus matadores.
Jaime Ostos no ha tenido suerte con el lote que le ha deparado la fortuna. Su primero, abanto, doliéndose al hierro, saliendo suelto y con genio, llegó al trance final quedándose corto y desluciendo mucho. Pese a ello, el astigitano ha expuesto, según es costumbre en él y hasta le ha sacado algunos muletazos que se han aplaudido, pese a que el toro no pasaba ni a la de tres. Mató de dos pinchazos, estocada y descabello a la segunda y se encontraron los pareceres. Manso y echando las manos por delante en los primeros capotazos fue el cuarto de la tarde que apretaba también mucho para los adentros. Al torear a la verónica al toro, que como queda dicho apretaba mucho, le cogió contra las tablas donde le tiró varias cornadas impresionantes. Por milagro no ocurrió un desaguisado. El de Écija, en evidentes condiciones de inferioridad física, volvió a la carga sin amilanarse lo más mínimo y le propinó tres verónicas con remate de revolera que entusiasmaron. Con la franela, a fuerza de exponer, le realizó una buena labor, iniciada con unas dobladas de rodilla en tierra y proseguida al son de la música y los olés por derechazos, naturales y adornos que se jalearon. Mató de pinchazo, media y cinco golpes de cruceta, pues el espada no podía con el brazo de resultas del achuchón que había recibido. Pasó a la enfermería entre aplausos y se le apreciaron contusiones múltiples de pronóstico menos grave.
Diego Puerta es la estampa viva del pundonor, de la hombría y del sentido de la responsabilidad. El sevillano no da reposo a su entrega y su valor enorme, hace que nos asustemos viéndole pelear y torear a toros de tan deslucida y difícil condición como los que le han tocado esta tarde. El primero de su lote, un toro reservón y provón a más no poder, que se puso a la defensiva, no era material apropiado para el lucimiento. Diego, sin importarle Sevilla ni el Guadalquivir, le realizó una valerosa faena en la que no dio reposo a la emoción de los espectadores que veían angustiados cómo exponía el torero y cómo el toro estaba a punto, en varias ocasiones, de cogerle. El valor de este pequeño gran torero pasará a la historia de la tauromaquia con letras de oro. Mató de media y certero descabello y escuchó una gran ovación que agradeció desde el tercio. Al quinto le saludó con nueve lances enormes y cuando remató con media, francamente superior en los medios, recibió una clamorosa ovación. La faena toda fue otro cante al valor, al arte y a la gracia. Puerta arrimándose una barbaridad, toreó sobre ambas manos entre olés, música y ovaciones incesantes. El buen hacer del torero sevillano, cautivó a todos y cuando mató a su enemigo de pinchazo, estocada y un intento de descabello paseó por el ruedo la oreja de su enemigo, recogiendo toda clase de prendas de vestir.
Paco Camino con el manso corrido en tercer lugar, ha estado sencillamente inconmensurable. Con el capote se ha hecho ovacionar con calor y con la muleta ha llevado a efecto una muy torera labor, de la que destacaron unos cambiados por bajo extraordinarios y unos derechazos, naturales y de pecho muy logrados. Era digno de admirar cómo llevaba a su enemigo toreado, cómo el mando y el temple insuperable de su muleta hacia que el manso y deslucido animal fuese tras ella como cosido por hilos invisibles. Ejecutando superiormente, logró una estocada que mató sin puntilla y la plaza, que ya era un manicomio de clamores, otorgó al de Camas las dos orejas de su enemigo con fuerte petición de rabo y triunfal vuelta. Torear así, como ha toreado Paco a éste su primer enemigo, es muy difícil y sólo toreros de su categoría y capacidad pueden lograrlo. Volvió a ser jaleado al lancear al que cerró plaza. El toro llega a la muleta bronco con fuerza y a la defensiva. Paco le hace pasar por ambas manos y ante el feo estilo y bronquedad de la res, recurre al aliño para pasaportarlo de dos pinchazos, estocada y descabello, cosa que da lugar al enfado de los mozos que esperaban ver cómo Paco Camino les deleitaba con otra obra maestra de su arte. No pudo ser y ante el desencanto, el enfado fue grande.
Día 10 de Julio de 1965
6 Toros Pérez Angosto
Jaime Ostos
Paco Camino
“El Viti”
OREJA PARA PACO CAMINO. LOS TOROS DE PEREZ ANGOSTO DESLUCIERON EL FESTEJO
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, cuarta de los sanfermines, según la manera de ver de Curro fetén, servidor de ustedes.
La cuarta corrida de toros de los sanfermines ha tenido poco que contar. La mansa condición y el deslucido estilo de las reses salmantinas han dado al traste con el festejo.
Jaime Ostos con un lote de mansos y deslucidos enemigos poco ha podido hacer. No tenían un solo muletazo los dos bueyes que le han tocado en suerte y el astigitano, aunque ha estado porfión y valiente en todo momento, no ha encontrado ocasión de mayor lucimiento en los dos. Soso hasta el colmo fue su primero, un toro que salió suelto del caballo y se dolió al hierro. Jaime se esforzó en torearle sobre ambas manos, pese a que el toro, de media arrancada hacía imposible su empeño. Lo mató de una buena estocada y se le premió con una gran ovación. El cuarto no se empleó en ningún momento, salió suelto y dio en escarbar. La faena fue breve y cuando mato de media y tres golpes de cruceta, se enfadaron con el torero que ninguna culpa tuvo del pésimo juego de la res.
El segundo de la tarde fue huidote, un manso como sus hermanos. El toro llegó quedado y sosote a la franela. Paco Camino, tras instrumentarle unos derechazos en los que el toro se quedó corto, tiró al aliño y cuando mató de una estocada caída, el enfado fue grande, pese a que el diestro poca culpa tenía. Pero en el quinto surgió con fuerza arrolladora el Paco Camino de las tardes triunfales, pese a que el toro, falto de celo y de clase no se prestaba tampoco a mayores cosas. Con el capote bordó seis verónicas y media de remate francamente excelentes y ya las ovaciones no cesaron un momento. Tras unos muletazos de tanteo, se echó la muleta a la izquierda para torear con reposo y mando al natural, superándose en la segunda serie que ejecutó. La derecha, en pases largos y templadísimos hizo que la música rompiera a sonar y los olés atronasen el espacio. Y es que Camino, con esa sabiduría que le distingue, con ese dominio y esa suprema maestría, hizo que el manso siguiese su magnífica muleta en series de redondos a los que ponía adecuado remate de pectoral. Faena medida, justa, que fue del agrado del respetable. Mató de una gran estocada de la que salió enganchado y derribado y se le premió con una oreja, fuerte petición de otra y triunfal paseo entre clamores. Sale Paco Camino de estos sanfermines en plan de triunfador.
El tercero es un manso que sale de naja de los capotes, se duele al hierro y tras serle prendido el primer par de banderillas, saltó al callejón. Con la franela realizó “El Viti” una entonada faena, que se coreó con olés y música. Hubo unos derechazos y naturales muy logrados, pese a que el toro no quería pelear. Mató de dos pinchazos y estocada a un tiempo y se le premió con una gran ovación. El sexto echa las manos por delante y frena. Es un manso con todas las de la ley. Se duele al hierro, sale suelto y no tiene lucimiento posible. Es uno de esos toros que no tienen un solo pase. Así lo entendió Santiago, que tras breve trasteo lo pasaportó de pinchazo y estocada, cosa que no agradó a la solana.
Poco ha dado de sí el festejo, pero cúlpese de ello al mal juego que han dado las reses de Pérez Angosto.
Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.
Día 11 de Julio de 1965
1 Toro del Marqués de Domecq
D. Álvaro Domecq
5 Toros de D. Salvador Guardiola
1 Toro de Sánchez Rico
Fermín Murillo
Andrés Hernando
Luis Parra Jerezano
ABURRIMIENTO GENERAL. LOS TOROS DE D. SALVADOR GUARDIOLA, MANSOTES Y DESLUCIDOS, PRINCIPALES CULPABLES DE LA TEDIOSA TARDE.
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, quinta de los sanfermines, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.
Que el toro es, sin duda, base primordial del espectáculo, es cosa más que sabida, olvidada. Y por si alguna duda quedaba a alguien, la corrida de esta tarde ha venido a convencerles. Cuando salen por la puerta de chiqueros seis toros –cinco de D.Salvador Guardiola y uno de Sánchez Rico- tan mansos, tan deslucidos y tan sin clase ni raza, los toreros ya se pueden empeñar en buscar el éxito por todas partes que éste no llegará nunca. Porque ¿Qué se les puede hacer a estos toros cobardes, reservones, aplomados de media y aun menos arrancada? Absolutamente nada. Por ello, poco han podido hacer los espadas alternantes Fermín Murillo, Andrés Hernando y Luis Parra Jerezano. Cada uno en su estilo ha buscado por todos los medios la fórmula del lucimiento, pero al no encontrar ésta por parte alguna, han optado por lidiarlos, por poderles, que no era poco, y estar ojo avizor a las cornadas, coladas y derrotes que les propinaban los mansos en su deslucida pelea a la defensiva.
Por ello creemos que el principal merito que han tenido los tres espadas de esta tarde, ha residido en que le han podido siempre, que no han andado con tales reses, de cabeza y que la brevedad y el valor han sido sus principales virtudes. Y entre el bosque de aburrimiento del público, que no del aficionado, que nunca se aburre, unos lances y unos muletazos en redondo y al natural con remate de pectoral de Fermín Murillo a su segundo, pese a que el animal, sin fuerzas se le quedaba muy corto y no se prestaba acosas mayores que el breve y siempre adecuado aliño. Y una faena de Hernando al quinto de la tarde, entre música y olés, en la que expuso lo indecible al torear al incierto animal por derechazos, naturales, molinetes y adornos en los que se jugó la piel. Mató de media y descabello y hubo vuelta triunfal con petición de oreja.
Murillo, Hernando y Jerezano, mataron la corrida con cierto desahogo. Pedir más sería una goyería y el público así lo entendió y llevó con el mejor buen humor el tono pesado del encierro.
Abrió plaza el caballero rejoneador D. Álvaro Domecq, que con un toro del Marqués de su apellido, muy bravo y noble, estuvo bien a caballo y cuando lo pasaportó, tras breve trasteo pie a tierra de una estocada, escuchó ovación.-
Y por hoy nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches.
Día 12 de Julio de 1965
6 Toros Miura
Fermín Murillo
Andrés Vázquez
Andrés Hernando
EL TORO, PERO MENOS, EN LA LLAMADA FERIA DEL TORO
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, sexta de los sanfermines, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.
Por fin ha salido el toro, en esta mal llamada “Feria del Toro”. Y decimos el toro, pero menos, porque si bien las reses de Miura lidiadas esta tarde han tenido fachada y presencia de auténticos toros miureños, por su falta de fuerza, casta y sosería evidente, no han sido toros-toros como Dios manda. Esa misma falta de fuerza les ha hecho quedarse cortos, casi siempre y con los montados no han peleado con la suficiente bravura como para merecer el honor de llamárseles toros bravos de verdad. Al primero, muy a la ligera y entre grandes protestas de buena parte del público, se le ha dado la vuelta al ruedo. Y al final del festejo el mayoral ha dado la vuelta en unión de Andrés Hernando. El público, el mocerío, mejor dicho, no quiso ver que la corrida no era para tanto, pues hubo toros que salieron sueltos del caballo y ni uno siquiera peleó con bravura con las plazas montadas. Peligro no tuvieron y eso sin duda fue lo que hizo caer en el error al respetable.
Fermín Murillo ha estado muy bien con el primero de su lote, al que toreó a la verónica en lances de saludo e hizo un bonito quite con los pies juntos. La musicada y jaleada faena tuvo detalles de gran calidad, pues el maño se empleó magníficamente en derechazos, naturales y otros de diversas marcas que entusiasmaron a la parroquia. La faena, medida, centrada y torera, era merecedora de trofeos, pero el público sanferminero, mas dado al alboroto y a la algazara que a otra cosa, dejó sin premio a Murillo por creer, sin duda que la media estocada al producir derrame, era un goyetazo y ese error en el público privó al espada de la oreja, quedando todo en una ovación. El cuarto es manso sin paliativos. Salió suelto de los caballos y se quiso quitar el palo. A la muleta llegó soso, con media arrancada y sin clase. Fermín le toreó muy bien con la franela, mejor con la zurda que con la diestra y bordó dos series de pases naturales perfectos de principio a fin. Por el pitón derecho el toro no va bien y tira al bulto de forma asustante, por lo que requiere otra vez la mano izquierda para volver a torear entre jaleo de olés, música y ovaciones. Mató de cuatro pinchazos y estocada y otra oreja que perdió el baturro, que en conjunto ha estado muy bien.
Andrés Vázquez se ha hecho ovacionar al torear con el capote en verónicas y media de remate muy lograda. No peleó bien tampoco el toro con el caballo y llegó también con corta arrancada y soseando al trance final. El de Zamora lo torea con suavidad sobre ambas manos y cuaja muletazos muy logrados para tres pinchazos, estocada y descabello a la primera, escuchando fuertes aplausos. Nuevamente el capote en verónicas de saludo bordó el toreo. El toro cumple con los montados pero sin grandes cosas. Andrés Vázquez da comienzo a su trasteo con cuatro ayudados por alto que se jalean y aunque el toro toma la muleta con la cara alta y sin humillar, le realiza una bien trabada faena en la que ambas manos en derechazos, naturales y adornos, se mueve con ritmo y temple. La faena, musicada y aclamada, tuvo la nota emocional de un molinete de rodillas muy arriesgado y la garbosa de unos recortes muy toreros. Mató de pinchazo hondo, casi media y certero descabello y se le premió con una gran ovación con salida al tercio. El público tampoco vio lo que expuso el de Villalpando que con un toro que le ponía los pitones en el pecho, estuvo muy valiente y torero.
Y Andrés Hernando, que ha dado dos triunfales vueltas a la redonda, una en cada toro y que también por culpa del mal tino con el acero ha dejado que se le escapasen de las manos las orejas. Porque el segoviano ha tenido una tarde pletórica de aciertos al torear con capa y muleta y de haber tenido mayor fortuna a la hora de contabilizar trofeos, hubiera contado con dos o tres orejas, pues su primera faena fue un dechado de perfecciones toreras, estuvo valiente y artista, templó mucho y corrió la mano de forma superior. En el que cerró plaza, también entre jalear continuo y entre sones de pasodoble torero, volvió a entusiasmar al respetable que admiró cómo el segoviano toreaba con recreo y buen arte sobre ambas manos. Pero la espada, como queda dicho, al resultar atravesados sus dos enemigos, dejó a Hernando sin trofeos. Una verdadera pena, pues el muchacho había estado valentísimo y torero.
Y por hoy nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea a todos muy buenas noches.-
Día 14 de Julio de 1965
5 Toros de Carlos Urquijo
1 Toro de Montalvo
1 sobrero de Urquijo
Antonio Ordoñez
Joselito Huerta
José Fuentes
DOS OREJAS PARA ANTONIO ORDOÑEZ QUE SALE TRIUNFALMENTE DE LA PLAZA. JOSELITO HUERTA Y JOSE FUENTES TAMIEN FUERON OREJEADOS.
Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Pamplona, octava y última de los sanfermines, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes.
Nunca es tarde, si la dicha es buena. Y el verismo del conocido refrán, ha quedado una vez más de manifiesto a lo largo del festejo de esta tarde. No había tenido suerte el rondeño Ordoñez en el lote que le deparó la fortuna. En su primero, porque la espada en cinco pinchazos, media y descabello, le privó los trofeos que capa y muleta habían conquistado en buena lid y en su segundo, porque el de Montalvo, un toro que se dolió al hierro y salió suelto, es mansote y poco propicio al lucimiento, lo que obligó al diestro a llevar a cabo una faena de aliño, sobria y medida que tuvo el remate de pinchazo y estocada, no agradando la cosa a las masas. Pero el Mago, que había deleitado a todos con la maravilla única de su espléndido toreo de capa y con la portentosa labor muletera que llevó a cabo en su primero, pidió y obtuvo el consentimiento para matar el sobrero, un toro de Urquijo bien presentado y que salió echando las manos por delante y frenando un tanto en los capotes. Pero Antonio I de Ronda está en pié de guerra y no quería salir de Pamplona sin dejar amplia y definitiva constancia del porqué de su vuelta a los ruedos. Y tras brindar a las cuadrillas de mozos, dio comienzo al milagro taurino de este mago de la ortodoxia torera que es Antonio Ordoñez. Y así le vimos meter al de Urquijo en seis dobladas portentosas, en las que, rodilla en tierra, llevó superiormente toreado a su enemigo, enseñándole a embestir, obligándole a ir tras su mandona y suave muleta, para ya metido en ella, cincelar unos naturales en los que el temple insuperable, la suprema naturalidad, la suave ejecución de las suertes, hicieron que la plaza le aclamase entusiásticamente. No iba bien el toro por el pitón derecho, se quedaba corto y no pasaba. Pero el de Ronda, llevando superiormente embarcado a su enemigo, por fueros de torería auténtica, le instrumentó unos derechazos enormes. Nuevamente tornó a emplear la mano izquierda y los naturales que de ella brotaron fueron limpios, tersos, maravillosos de principio a fin y el remate de las series con los pectorales clásicos o con los adornos garbosos y torerísimos, terminaron por enloquecer a este tan difícil público. Un gran pinchazo y una estocada, terminaron con la vida del de Urquijo y Antonio Ordoñez paseó en triunfo por el ruedo las dos orejas de su enemigo y salió triunfalmente de la plaza escoltado por una entusiasta multitud que no cesaba en sus aclamaciones.
Joselito Huerta, el bravo y excelente espada mejicano, ha tenido una muy completa actuación lo largo de la lidia de sus dos toros, a los que ha toreado superiormente con capa y muleta entre las aclamaciones, música y olés. Una vez más, el mejicano ha dejado patente su condición de figura singular del toreo azteca. Sus dos faenas, valientes, variadas y artísticas han sido premiadas con grandes ovaciones y en ambas, la música y los olés, han jaleado su brillante labor, pues Huerta ha toreado muy bien sobre ambas manos, cuajando dos excelentes trasteos muleteriles. Mató a su primero de estocada y certero descabello y paseó por el ruedo la oreja de su enemigo. En el quinto dio triunfal vuelta, tras pasaportarlo de pinchazo, media y descabello pidiéndosele la oreja para el mejicano.
También el espigado y elegante toreo de Linares, José Fuentes, ha alcanzado un triunfo definitivo. La cosa fue en el primero de su lote, al que toreó soberanamente con el capote en lances a la verónica, que fueron un modelo de ejecución. Con la franela, tras brindar a las peñas de mozos, llevó a efecto una magnífica labor en la que destacaron unos doblones soberanos y un maravilloso y bien rematado toreo al natural y sobre la diestra mano, que fue gloria pura. Poco importaba que el viento soplase con fuerza. La templada y planchada muleta de José Fuentes, templó la acometida de la res y domeñó el fuerte viento reinante, llevando a buen puerto la obra torera de su consagración en el norte. Tardó el toro en igualar y cuando juntó las manos, Fuentes le instrumentó una gran estocada con refrendo de descabello y naturalmente, se le premió con la oreja de su enemigo, con la que dio triunfal paseo a la redonda. El sexto cortaba por el derecho que era un contento y no era nada claro por el otro pitón. El de Linares lo pasó con exposición sobre la diestra y tras unos muletazos recurrió al aliño finiquitándolo de pinchazo y superior estocada que mató sin puntilla. Tuvo que salir a saludar desde el tercio para corresponder a la ovación que se le tributaba.
Se corrieron cinco toros de Carlos Urquijo que dieron el juego que queda reflejado en este comentario. El lidiado en cuarto lugar fue de Montalvo y mansurroneó. El sobrero de Urquijo, cumplió.
Y nada más, terminaron estas tradicionales fiestas de San Fermín en Pamplona, a Curro Fetén solo le resta despedirse a esta mañana a esta misma hora, con su acostumbrado y cordial muy buenas noches a todos!