Toledo Domingo de Ramos 15 abril de 1962
TOLEDO DOMINGO DE RAMOS. OREJA PARA MONDEÑO Y EL VITI
Domingo de Ramos y en Toledo con un cartel de rumbo: Fermín Murillo, Mondeño y El Viti. Por la mañana fueron desechadas tres reses por no dar el peso reglamentario y en su lugar hubo que buscar deprisa y corriendo otras tres que fueron de Galache, quedando el encierro por tanto compuesto por tres toros de Montalvo y los mencionados Galaches, lidiados en segundo, tercero y cuarto lugar y que resultaron mansotes y blandos en general, condenándose a banderillas negras el tercero.
Fermín Murillo con un lote verdaderamente imposible por su mansedumbre y nula embestida, ha estado muy centrado y fácil, poniendo a contribución siempre su buen estilo torero. Con un toro que se defendía y con media arrancada, su primero, ha porfiado lo indecible para sacarle tal o cual serie de pases sobre ambas manos, siendo de destacar unos naturales de mucha exposición, para pinchazo y estocada, siendo fuertemente ovacionado. En el cuarto se lució sobremanera al torear a la verónica entre fuertes ovaciones. La faena, brindada al público, estuvo repleta de valor y deseos de agradar, pero la sosería, la nula arrancada de su enemigo, hizo que no alcanzase un triunfo de clamor pese a que Fermín se creció en un toreo por bajo eficaz y torero, siendo de admirar el aguante que puso al torear al natural. Mató al toro de una gran estocada y escuchó una justa ovación. No ha tenido suerte Fermín Murillo en su primera actuación en los ruedos hispanos esta temporada, pero se han puesto de manifiesto sus evidentes dotes, preparación y disposición.
Mondeño, el torero de Puerto Real, ha formado una de sus escandaleras en el primero de su lote. Verónicas apretadas y una faena del más depurado corte mondeñista que ha llegado con inusitada fuerza a los graderíos. Y en verdad había ocasión para ello ya que Mondeño toreó con esa quietud suya característica a dos dedos de los pitones llevando muy bien toreado a su enemigo, lo mismo en los pases sobre la diestra que en los naturales de templado y largo trazado, rematando todas las series con apretados y hondos pases de pecho que hicieron poner la música en marcha entre aclamaciones al interpretar con quietud estatuaria sus peculiares mondeñinas. Cobró una estocada y descabelló a la primera y le fue otorgada la oreja de su enemigo, celebrando cumplidamente la triunfal vuelta. El quinto fue otro manso, blando de manos y con poca fuerza, que se quedaba muy corto y no colaboraba con el torero lo más mínimo. El muleteo estuvo cuajado de excelentes detalles como unos ayudados y derechazos de cuidadoso trazado, pero no había nada que hacer con tal toro, por lo que Mondeño lo despachó de pinchazo y estocada, siendo ovacionado.
También El Viti que toreaba su primera corrida de toros esta temporada cortó la oreja a uno de sus toros. Fue precisamente en su primero, un toro manso total, condenado a banderillas negras y que salió haciendo asco a los capotes hasta que el de Salamanca le enganchó con el suyo. Y así le vimos torear con hondura y clasicismo a la verónica y realizar una faena meritísima. El toro había recibido un solo picotazo y por eso estaba entero y dentro de su mansedumbre tenía genio, mal genio de manso. El Viti comenzó metiéndose muy bien con él en unas dobladas magistrales que sirvieron para quebrantar y encelar a su enemigo al que ya dominado, toreó sobre la derecha entre ovaciones ya que el torero llevaba como cosido a los vuelos de su muleta magistral al manso. La faena meritoria de por sí, tuvo el adecuado broche de una superior estocada en la que el torero se dejó ver y mató poniendo el corazón por delante. Hay, naturalmente oreja y vuelta triunfal. El que cerró plaza fue, para no desentonar, otro toro de sosería, mansedumbre y poca fuerza desesperante. Santiago, no obstante, lo pasó sobre una y otra mano, estando muy cerca y confiado, para terminar con el de Montalvo de pinchazo hondo y oportuno descabello, siendo despedido con una gran ovación.
En resumen: toros mansotes y blandos y toreros con excelentes deseos. Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, en que volveremos a estar con ustedes, les deseamos muy buenas noches a todos.-