Valencia Feria de Fallas. 15 y 19 de marzo de 1969

Una fiera anda suelta. Dámaso Gómez, una fiera que anda buscando un puesto entre los primeros, entre aquellos que disfrutan del favor del público y las empresas.

 
 
 
 
 
Día 15 de marzo de 1969
 
     6 Toros de Juan Mari Pérez-Tabernero Montalvo
- Miguel Mateo
- Francisco Rivera “Paquirri”
- Ricardo de Fabra
 

RICARDO DE FABRA SALE EN HOMBROS Y CORTA DOS OREJAS. OREJA PARA MIGUEL MATEO.

        Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Valencia, primera de las Fallas, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 15-3-69

        Poca fuerza han tenido los pupilos de Juan Mari Pérez Tabernero Montalvo, pero la verdad sea dicha, el encierro no ha ofrecido dificultades y ha habido dos toros, primero y sexto, especialmente el que abrió plaza, muy buenos.

        El murciano Miguel Mateo, con su toreo más efectista que parece que gusta a parte del público realizó dos faenas ayunas de calidad y buen toreo. Destacable media de remate al torear de capa en su primero y cuatro naturales que instrumentó con la franela al que abrió plaza. Poca cosa ante un toro de tal nobleza y docilidad. Lo demás han sido espaldinas, manoletinas y derechazos con más enganchones que un mercancías. Y para colmo a éste su primero lo ha matado de pinchazo caído y estocada bajísima. Pero como  la solana gusta de la espaldina, oreja para el de Murcia que da la vuelta. Al cuarto, con el que estuvo por un igual. Lo mata de pinchazo bajo y un bajonazo con todas las agravantes y esta vez el respetable no tragó. Banderilleó a su primero mal y al cuarto, al que acompaño en el tercio al igual que en el quinto Paquirri, puso dos buenos pares que se aplaudieron.

        Poca suerte ha tenido Paquirri. Molestado por el viento que sopló toda la tarde, no pudo hacer nada con el capote en el segundo, pero con las banderillas alcanzó un gran éxito al prender dos pares al cuarto y uno de las cortas al quiebro y en los medios, que le valió una gran ovación. La faena que se desarrolló en este toro fue digna de gran torero. Sin concesiones a la galería, toreó muy bien y con temple sobre ambas manos dando una lección de sobriedad y buen hacer el toreo eterno por lo que  fue muy ovacionado. Dos pinchazos y una estocada le privaron del corte de oreja. Al quinto lo recibió con una larga cambiada y excelentes lances a la verónica. En unión del murciano, realizó un excelente tercio de banderillas para después, con la franela, llevar a cabo una excelente labor muletera en la que hubo pases de todas las marcas con arreglo a la ortodoxia torera. Pero de nuevo el acero le privó del corte de trofeos y la cosa quedó en ovación con saludos tras pasaportar a su enemigo de tres pinchazos y media estocada.

        Ricardo de Fabra fue el triunfador máximo. Poco o nada pudo hacer en el primero de los suyos, un toro que llegó al trance final aplomado, con media arrancada y frenando. Estuvo porfión y valiente para pinchazo y media, siendo ovacionado. Pero donde Ricardo formó la tremolina fue en el sexto al que saludó con dos largas cambiadas de rodillas y realizó una excelente labor muletera en la que hubo series de pases sobre ambas manos en los que templó y corrió el engaño con gran maestría en un terreno de angustia. Vibración y fuerza emocional tuvo su toreo, pero también hondura y sentido clásico. Mató de gran estocada y se desbordó el entusiasmo otorgándosele las dos orejas con fuerte petición de rabo y salida final en hombros. Un gran éxito de Ricardo de Fabra al que vemos con más sitio y sentido torero que en la pasada temporada.

        Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.-

 
 Día 19 de marzo de 1969
 
   6 Toros del Marqués de Ruchena
   Rafael Peralta
- Dámaso Gómez
- Jaime Ostos
- Carnicerito de Úbeda
 

OREJA PARA DÁMASO GÓMEZ TRAS DRAMÁTICA FAENA. BRONCO Y MANSO ENCIERRO DEL MARQUÉS DE RUCHENA.

        Comentario a la corrida de toros celebrada esta tarde en Valencia, quinta y última de las falleras, según la manera de ver de Curro Fetén, servidor de ustedes. 19-3-69

        Una fiera anda suelta. Dámaso Gómez, una fiera que anda buscando un puesto entre los primeros, entre aquellos que disfrutan del favor del público y las empresas. Y es que el madrileño, lobo solitario del toreo, no es torero de recomendaciones ni componendas. Él sale a enfrentarse con el toro, a arrimarse como el que más y a fuerza de entrega, de valor y ciencia torera va tirando por tierra todas las murallas que se interponen en su marcha arrolladora. La justicia se hará y esta tarde Dámaso ha dictado su ley ante un manso y bronco cuarto toro con el que se ha jugado la vida para lograr un éxito de los que tienen repercusión después en boca de los aficionados por todos los bares y peñas de Valencia. Con el capote se ha hecho ovacionar en verónicas y chicuelinas de saludo y tras tomar la res una vara derribando con aparato, hizo un quite por gaoneras tan apretadas que puso al público en pie. Tras tomar el del Marqués otro picotazo, requirió los palitroques y prendió dos excelentes pares de rehiletes, el segundo al sesgo, arrancando desde el estribo. La faena de muleta fue un ejemplo de pundonor y vergüenza torera. Dámaso construyó un trasteo emotivo y brillante en el que ambas manos rivalizaron en la ejecución del mejor toreo que se acogió con música y olés. Y para que nada faltase, surgió la nota dramática de la cogida, impresionante pero sin consecuencias por fortuna, al ejecutar una apretada arrucina. Con la taleguilla destrozada pero con el corazón firme, continuó Dámaso Gómez su emotiva faena y pese a no estar afortunado con el acero pues precisó de dos pinchazos, estocada y descabello para abatir a su enemigo, se le otorgó una oreja con vuelta triunfal por el ruedo. Un gran éxito. En su primero, un toro de deslucido estilo, se mostró también valentísimo y torero en una faena sobre ambas manos rematada con certera estocada.

        Jaime Ostos con el lote más difícil y peligroso de esta dura corrida del Marqués de Ruchena, se ha mostrado tan valiente como siempre. Su casta y su valor le han llevado a jugarse la vida en sus dos toros. Las verónicas con que instrumentó al primero de su lote fueron acogidas con ovaciones. El toro, un manso que salió suelto del caballo y llegó a la muleta descompuesto y con peligro, no se prestaba al lucimiento, pero el astigitano lo intentó todo logrando varias tandas de derechazos muy meritorios que se jalearon. Pero a la hora de matar no tuvo suerte con el acero ya que lo hizo de media, un intento de descabello, estocada y dos descabellos, lo que no agradó. El quinto fue el toro de más peligro de la corrida, pues a su mansedumbre unía un sentido que le hacía peligrosísimo en su embestir con la cara alta y cortar por ambos pitones con afán de herir. Estuvo Jaime con este toro valiente y sereno y cuando se quitó al regalito de una estocada, respiramos todos y el de la ciudad de las torres fue premiado con una ovación.

        Carnicerito de Úbeda, que había toreado bien con el capote en verónicas y en un quite por chicuelinas al primero de los suyos, realizó una entonada y torera labor muletera que se premió con música y ovaciones. El joven espada toreó por redondos y naturales de muy buen arte y por ello cuando pasaportó a su enemigo de estocada y descabello, hubo fuerte petición de oreja y vuelta triunfal al ruedo. El que cerraba plaza hubo de ser devuelto a los corrales por su mansedumbre total y en su lugar saltó a la arena un sobrero de Juan Salas que salió suelto del caballo acusando mansedumbre pero que no ofreció dificultades a la hora de requerir la muleta. Con este toro realizó el de Úbeda una de las mejores faenas que le hemos visto. Adelantando el engaño en una y otra mano, bordó tandas de redondos y naturales largos y templados que entusiasmaron.  Pero cuando ya tenía la oreja en la mano, tres pinchazos, media y descabello final se la quitaron, recibiendo un aviso por lo largo del trasteo. No obstante, ha dejado en esta corrida de su presentación en Valencia, una muy grata impresión.

        Abrió plaza con un toro de Galache el rejoneador don Rafael Peralta, que una vez más dio un curso del más completo arte del toreo a caballo. Haciendo gala de su magnífico estilo de caballista, prendió con su habitual maestría rejones y banderillas a una y dos manos, cerrando su labor con la colocación de su famosa rosa. Dos rejones de muerte acabaron con la res y don Rafael Peralta dio aclamada vuelta al ruedo, mostrando la oreja que a petición unánime le había sido otorgada.

        Y nada más, hasta mañana a esta misma hora, Curro Fetén, servidor, les desea muy buenas noches a todos.-